El Valencia dejó escapar la oportunidad de superar en la clasificación a un combativo Rangers, que puso en muchísimos aprietos al conjunto español, quien tuvo en César a su mejor hombre. El portero valencianista sacó hasta cuatro ocasiones claras de gol que evitaron el desastre. Edu abrió el marcador de cabeza en el primera mitad, pero en la segunda hizo otro de bella factura en su portería.
César volvió a demostrar que, pese a su edad, está en una forma extraordinaria y salvó un empate que, a la larga, puede ser hasta bueno. El Valencia viajó con la idea de ganar y ponerse por delante de su rival en la clasificación. Por eso salió mordiendo. Pero nada hacía presagiar, viendo cómo comenzó el encuentro, que sufriría tanto.
Se hizo dueño del balón sin concesiones y tuvo las primeras llegadas al área. Pero su falta de pegada y cierta relajación defensiva propiciaron sus peores minutos del partido y los mejores de su portero. César entró en acción sacando un remate a bocajarro de Naismith, luego paró con menos problemas un cabezazo de Miller y por último realizó una palomita a un tiro de Papac.
Todo ello en sólo tres minutos. Por si fuera poco, tiempo después sacó un mano a mano a Miller para convertirse ya sin duda alguna en el mejor del partido. El Valencia intentó despertar, pero se encontró con el merecido gol del Rangers. Merecido no tanto por juego como por ocasiones.
Edu remató de cabeza en área pequeña un córner que reclamaron como falta al portero todos los valencianistas, excepto el propio César, quien al final del partido, en un signo de honradez, reconoció que no fue falta sobre él. El Chori Domínguez casi marcó poco después, pero fue el Rangers el que rozó de verdad el segundo con un tiro al palo de Edu y el posterior rechace de Miller fuera con César en el suelo.
Por suerte, se llegó al descanso. Primero porque se cortó la racha ofensiva escocesa. Segundo porque Emery ordenó sus ideas y se dio cuenta de que necesitaba dos delanteros para hacer daño arriba y por eso quitó al Chori para dar entrada a Soldado. Y tercero porque la suerte se le puso de cara nada más comenzar la segunda mitad cuando Edu marcaba de cabeza en su portería en una falta sacada por Tino Costa.
El gol igualó también las fuerzas sobre el césped. El partido, de un alto ritmo durante los 90 minutos, mostró a dos equipos dispuestos a darlo todo por ganar, por lo que las ocasiones se siguieron sucediendo. Mata tuvo la primera tras el empate, pero mandó el balón a la grada. Papac lo intentó de falta directa. Y Soldado tuvo el segundo en una volea que sacó McGregor.
Foster emuló a Miller en la primera parte y también perdonó a puerta vacía en la recta final del partido. Pero el choque no podía terminar sin una nueva actuación de César, quien, muy atento, salía para evitar que Bougherra sorprendiera llegando desde atrás. Aún así, fue Soldado quien tuvo la última en el descuento, pero lo cierto es que el empate, a tenor de lo visto, fue un buen resultado para el Valencia. Aunque sigue tercero, depende de sí mismo para pasar a octavos
